Tuesday, November 13, 2007

China reedita la enciclopedia más antigua del mundo, el Canon de Yongle.

La Biblioteca Nacional acaba de reeditar la enciclopedia más antigua de la Historia, el "Canon de Yongle", que recopilaba todo el saber de la civilización china hasta el siglo XV, trescientos años antes del sueño de Diderot.
Dos mil académicos trabajaron a las órdenes del emperador Yongle (1402-1424), que reinó durante la dinastía Ming, hasta compilar 8.000 obras que incluían todo el saber chino hasta entonces en Agricultura, Arte, Astronomía, Literatura, Historia, Medicina, Religión, Ciencias y Tecnología.
El colosal trabajo fue llevado a cabo en la universidad de la entonces capital imperial, Nankín, entre 1407 y 1408, hasta reunir 22.877 rollos distribuidos en 11.095 volúmenes, una obra imposible de reimprimir con sus 40 metros cúbicos materiales, por lo que tuvo que hacerse una segunda copia manuscrita.
Yongle trasladó la capital a Pekín en 1421 y se llevó su Canon.
A partir de entonces, el destino del "Yongle Dadian" (en mandarín) estuvo marcado por continuos desastres. En 1557 el emperador Jiajing realizó una tercera copia tras salvarlo por los pelos de un incendio en la Ciudad Prohibida.
Algunas teorías señalan que Jiajing se llevó la copia original a la tumba, ya que la copia desapareció de los archivos históricos de forma misteriosa con el fin de la floreciente dinastía Ming en 1644.
Las otras copias fueron mermando hasta que la mayor parte de los 800 volúmenes restantes ardieron en un incendio durante la Rebelión de los Bóxer (1900).
"En China tenemos registrados 164 volúmenes del Yongle, la mayor parte de lo que se conserva en el mundo", explicó a Efe Xu Shu, editor de la Biblioteca Nacional.
Entre las "joyas" del Canon que han sobrevivido en China se encuentra la "Historia Antigua de los Cinco Reinos" ("Jiu Wudai Shi"): "No existe una copia en ningún otro lugar", asegura Xu.
"El mayor número de volúmenes existentes del Canon de Yongle están en China, Japón, Estados Unidos y Reino Unido", explicó a Efe Sören Edgren, director editorial del Proyecto Libros Chinos Únicos de la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, EEUU).
Unos 60 volúmenes del Canon se conservan en Taiwán, menos de 40 en Japón, entre 3 y 5 en Reino Unido y hasta 3 en EEUU.
Las autoridades chinas están trabajando contrarreloj para salvar este incalculable legado histórico reeditándolo en foto-facsímil, y una buena parte de él se pudo ver hasta hoy en la Biblioteca Nacional de China en la mayor exposición de este tipo desde la creación de la República Popular en 1949.
La exposición mostraba 15.000 volúmenes clásicos en facsímil, entre ellos parte de los llamados "cuatro tesoros": el propio "Canon de Yongle", los "Manuscritos de Dunhuang", el "Zhaocheng Tripitaka" (el Canon Budista Chino) y el "Siku Quanshu" ("Libros completos de las cuatro bibliotecas imperiales").
El "Siku Quanshu" (500 de cuyos 36.381 volúmenes estaban recogidos en el Yongle) fue la ambición del emperador manchú Qianlong, que quiso demostrar en 1773 la superioridad de su dinastía (la Qing) reuniendo una obra más vasta que el Canon de Yongle.
Explican los organizadores de la muestra que estas obras son "la riqueza espiritual de China", la civilización más antigua del mundo, aunque hoy en día no quede prácticamente nada de ellas.
"Hemos perdido la mayor parte del periodo que va entre la Dinastía Shang (618) hasta la Qing (1644). De las dinastías Song (960-1279) y Yuan (1272-1360) no queda casi nada", agregan.
En 1985 la mayor parte de este legado, unos 30.000 volúmenes, estaban registrados en la Biblioteca Nacional.
En la exposición, "Libros antiguos de China reeditados", se mostraron biografías, documentos históricos, obras de literatura, filosofía y religión de las dinastías Tang, Song, Jin, Ming y Qing.
Señala Sören Edgren que, además de las pérdidas registradas hasta el siglo XX, algunas "publicaciones antiguas en pequeñas colecciones privadas que no estaban depositadas en bibliotecas y museos fueron dañadas o perdidas durante la Revolución Cultural" (1966-1976).
Fuente: EFE

La exposición "Nosotras, las ciudades" divulga la arquitectura española en China.

La muestra de arquitectura contemporánea española "España (f.) nosotras, las ciudades", fue inaugurada hoy en el Centro de Planificación Urbanística de Shanghai, dentro de las actividades del Año de España en China.
La exposición, organizada por el Ministerio de la Vivienda español y gestionada por la Sociedad Estatal de Exposiciones Internacionales (SEEI), permanecerá un mes en la ciudad china, y parte del montaje será proyectado en las grandes pantallas de plasma que existen en las fachadas de sus zonas financieras y comerciales.
Concebida inicialmente para la Bienal de Arquitectura de Venecia (2006), donde fue visitada por más de 100.000 personas, y que ya se mostró durante cuatro meses en Madrid, la muestra consta de 55 grandes pantallas de vídeo, donde, a tamaño natural, 100 mujeres españolas opinan sobre sus ciudades y su vida en ellas.
Además muestra con maquetas, planos y fotografías 32 trabajos de 21 estudios arquitectónicos españoles (entre ellos uno en Shanghai, el futuro edificio "Art Forum" de la zona cultural de Duolun, del estudio Sancho-Madridejos), e incluye una escultura de una ciudad del artista Miquel Navarro.
"Con esto estamos dando una visión, por un lado, de la riqueza, complejidad, diversidad y pluralidad de la sociedad española, y por otro, del magnífico momento que vive nuestra arquitectura contemporánea", dijo a Efe el comisario de la muestra, Manuel Blanco, director del Museo Nacional de Arquitectura y Urbanismo.
Indicó que la exposición representa "el gran tejido de relaciones que establece una ciudad a través de todos sus ciudadanos".
"(Es) una manera nueva y muy humana de mirar las ciudades, ya que el hecho de que sean sus habitantes las que las enseñan, dice que la ciudad está hecha también de cosas muy sutiles", declaró a Efe la arquitecta Benedetta Tagliabue
"Me parece muy bonito decirlo aquí en la China, que es un lugar donde las ciudades están creciendo, a veces, sin tener el tiempo de pensar", señaló Tagliabue, cuyo estudio Miralles-Tagliabue, representado en la exhibición, construirá el pabellón de España para la Exposición Universal de Shanghai de 2010.
La llegada de la exhibición a China fue una promesa que hizo la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, durante su visita al país asiático en abril pasado, recordó en rueda de prensa el subsecretario del Ministerio de la Vivienda, Fernando Magro.
La muestra presenta también, de alguna manera, la política del Gobierno de España de concebir las ciudades "dentro de un desarrollo sostenible", así como de fomentar la igualdad entre hombres y mujeres, señaló Magro.
Algunas imágenes de la muestra, a cuya inauguración asistieron también Javier Conde, presidente de la SEEI, y Zheng Jiayao, vicepresidente de la Asociación Cultural Internacional de Shanghai, serán proyectadas en pantallas gigantes del distrito financiero de Lujiazui y en zonas comerciales como Xintiandi y Xujiahui.
Fuente: EFE